Atrancos para la peatonalización del puente romano de Lugo
El Ayuntamiento de Lugo estudia rescatar la concesión de las obras de rehabilitación del viaducto por el retraso en la ejecución
Han pasado ya para cinco meses desde que venció el plazo para poner punto y final a la remodelación del puente romano de Lugo y la obra sigue sin concluir. El Ayuntamiento de Lugo ha anunciado hoy que estudia rescindir el contrato a la empresa (Mixtura de Ourense) por el incumplimiento de los plazos. Los trabajos tienen un presupuesto de casi 700.000 euros que se está aligerando a medida que pasa el tiempo por la aplicación a la adjudicataria de una penalización diaria de más de cien euros.
El alcalde, Xosé López Orozco, ha querido dejar claro que al gobierno local no le "va a temblar la mano al rescindir el contrato”. “Las empresas tienen una serie de derechos cuando firman un contrato. Nosotros tenemos que comunicar y dar una serie de plazos. En principio ponemos penalizaciones y, cuando eso no es suficiente, el último recurso es la rescisión del contrato. La obra hay que terminarla y habría que licitar la conclusión de la obra a otra empresa”, explica el concejal de infraestructuras Manuel Chaín, quien aún confía que este año se concluya con los trabajos.
Chaín tiene claro que lo que falta por rematar “son nimiedades”: “Hacer una línea de media tensión, últimos retoques de iluminación, rejuntar algo el pavimento en unos metros. No entendemos este último retraso y el Ayuntamiento tomará la decisión en la próxima junta de gobierno de volver a ponerle un gravamen económico por no cumplir los plazos”. Desde el Ayuntamiento se atribuye el retraso “a cosas internas de la empresa”. “Todos sabemos por las vicisitudes que pasan este tipo de empresas, de la construcción, que no son ajenas a las vicisitudes del mercado”, intuye el concejal socialista.
El anuncio de la posible rescisión de este contrato para rehabilitar y peatonalizar el puente romano de Lugo se produjo durante la presentación de otro proyecto para el barrio del Sagrado Corazón. Se trata de un elevador “panorámico", con capacidad para entre ocho y 12 personas y al que se destinarán 222.000 euros. "En la obra no se ha contado con la colaboración de otras Administraciones”, destacó el edil Manuel Chaín. El ascensor contará con tres paradas:una "a nivel de acera"; otra, a 6,75 metros que quedará a la altura de la Plaza de la Iglesia; y la última, a más de diez metros en el entorno del colegio del barrio.
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